Con la llegada del buen tiempo somos muchos los que preparamos los exteriores de nuestra casa para su uso y disfrute (jardines, terrazas, piscinas, porches…), siendo el suelo uno de esos elementos que además de facilitar la comodidad que buscamos puede aportar estilo, más cuando hablamos de tarimas o suelos de madera.
Con una tarima o un suelo en madera de ipe conseguiremos esta apariencia natural que solo aporta la madera, una gran resistencia, superior a la muchas otras maderas, y una menor necesidad de mantenimiento.
Características de la madera de Ipe para exteriores
Esta madera tropical, procedente de Sur América y también conocida como Nogal de Brasil, es sorprendentemente resistente a la humedad, hongos, golpes y a toda clases de inclemencias del tiempo, es sin lugar a dudas una inversión para toda la vida. Esta también tiene un excelente comportamiento frente al fuego si lo comparamos con otras maderas y materiales.
Alcanza uno de los valores más altos en la Escala Janka, una escala utilizada para medir la resistencia y densidad de la madera frente a golpes. Se trata también por tanto de una madera muy pesada.
Presenta un color amarillento que va hacía el pardo oscuro en el duramen.
Aunque uno de los usos principales de la madera de Ipe es la fabricación de tarima para exteriores también suele usarse para puertas y ventanas, escaleras y chapas decorativas.
¿Dónde utilizar tarima de Ipe?
La utilización de la tarima de ipe se recomiendan no solo en jardines o terrazas, su uso es también adecuado para spas, duchas o piscinas. Si este último es su fin también es interesante mencionar que entre las cualidades de la tarima de ipe está que es antideslizante y que no se calienta en exceso, una gran ventaja frente a las tarimas sintéticas que suelen alcanzar grandes temperaturas cuando reciben directamente los rayos del sol.
Dará igual el transito o el mobiliario que se instale sobre esta tarima de exterior, lo aguantará todo. Despreocúpate.
Ventajas del suelo de Ipe
La tarima de Ipe es considerada una de las mejores opciones para exteriores no solo por estética. También es cuestión de prestaciones o características superiores:
- Gran resistencia natural a insectos y hongos. Estos representan una de los principales razones por los que la madera con el tiempo se deteriora de manera natural.
- No se pudre fácilmente, de hecho habría que abandonar la instalación durante largos años para empezar a ver este tipo de señales.
- A diferencia de las tarimas sintéticas, bajo el intenso sol del verano, no se calienta en exceso.
- Su densidad y resistencia natural la hacen ideal para zonas de alto tráfico de personas, es decir, tiene mucha resistencia al desgaste.
- No se araña y no produce astillas fácilmente. Esto no quiere decir que si recibe golpes no se arañe o se astille, si no que lo soporta mejor que otras maderas.
- Madera muy estable dimensionalmente. Es decir, con el tiempo no se deforma.
- En caso de deterioro o rotura, pocos materiales son más fáciles de sustituir o reparar.
Desventajas de la tarima de Ipe
Aunque estamos hablando de un material excelente con muchas ventajas, no hay que olvidar que también tiene algún inconveniente:
- El precio de la madera de ipe es comparativamente más alto que el de otras alternativas para usos similares. La diferencia es especialmente llamativa por ejemplo si la compramos con el pino tratado en autoclave, aunque desde luego no estamos ante la misma calidad.
- Al ser una madera muy densa y pesada, trabajar con ella no es sencillo y el desgaste en la maquinaria es elevado, lo que encarece aún más la instalación.
- En función del acabado aplicado y teniendo en cuenta la tonalidad de la madera los arañazos que se produzcan y que normalmente pasarían desapercibidos pueden resultar muy visibles. Este no es un problema en si de la tarima de ipe, sino de una mala de decisión respecto al acabado, aunque en este caso el problema se acentua.
Instalación y mantenimiento de suelos de Ipe
La instalación de tarima para exteriores en madera natural se suele realizar sobre rastreles (normalmente fabricados con una madera de inferior calidad pero tratada para una mayor resistencia, por ejemplo pino con un tratamiento autoclave) y fijada con grapas y tornillos de acero inoxidable.
En cuanto al mantenimiento, el suelo de ipe no requiere de un cuidado excesivo, bastara con una limpieza anual y la aplicación de algún aceite protector para que no pierda su color natural. De hecho, dada la alta densidad de este tipo de madera, no debemos ni preocuparnos por las termitas, siempre y cuando no abandonemos la instalación durante años.
Toda la madera de ipe para suelos que trabajamos está certificada, es decir, procede de explotaciones responsables, y ha pasado por el proceso de secado correspondiente, lo que le evitará posibles complicaciones tras la instalación en terrazas, jardines o piscinas. Son frecuentes las deformaciones, incluso tras la instalación, cuando la madera de Ipe no está correctamente secada.
Si necesita un presupuesto no dude en contactar con nosotros.