Los suelos laminados son una excelente opción con la que conseguir un bonito suelo sea cual sea el estilo y a un coste relativamente bajo. Además su instalación es mucho más sencilla que la de cualquiera de las alternativas y no requiere de obras. Sin embargo a la hora de hacer una instalación es necesario saber que podemos hacer y sobre todo que no hacer si queremos que tenga una larga vida útil.
Qué hacer
- Evalué el uso que va a tener el suelo, si se trata de uso doméstico o comercial y si será moderado, normal o intenso. Es lo que se conoce como clase y se clasifica como 21, 22 o 23 para uso doméstico, siendo el número mayor el que hace referencia al uso intenso, y 31, 32 y 33 para uso comercial.
- Elegir un buen aislante, no vaya a ser que por ahorrarse unos euros tenga que sustituir el suelo debido a la humedad proveniente del subsuelo.
- Si va a hacer usted la instalación lea las instrucciones. Preste especial atención al sistema de anclaje, no todos los suelos laminados tienen el mismo.
- Antes de afrontar el trabajo asegúrese de que el suelo está limpio, seco y nivelado.
- Los suelos laminados, como sucede con la madera, se expanden y se contrae en función de la temperatura y la humedad a lo largo del año. Por ello debe dejar alrededor de un centímetro de perímetro entre las lamas y la pared y/o columnas.
- Si no está seguro de poder realizar la instalación llame a un profesional.
- Para evitar rallones en el suelo evite arrastrar muebles, si puede, levántelos para desplazarlos de un sitio a otro. Siempre es conveniente utilizar almohadillas o fieltro en las patas de los muebles.
- Evite, en la medida de lo posible, largas exposiciones bajo la luz del sol. El solo puede deteriorar el dibujo a lo largo del tiempo, así que si puede instale persianas y asegúrese de que están cerradas al menos durante las horas en las que el sol está más alto.
Qué No hacer
- Si hay demasiada humedad en una habitación y no tiene forma de solucionar el problema no instale suelo laminado en ella.
- Si usted realiza la instalación y la primera fila no está recta, no continúe. Esta es la base para un buen resultado.
- No utilice limpiadores o jabones abrasivos para limpiar.
- Se puede limpiar con agua, pero siempre con la fregona bien escurrida, no inunde la superficie.
- No utilice tacones de agujas o calzado deportivo con tacos metálicos para caminar sobre este tipo de suelo.