Principales Distribuciones de Cocinas: Ventajas e inconvenientes
Una de las preguntas que muchos nos hacemos cuando afrontamos el diseño y reforma de una cocina es ¿cómo me interesa distribuir la cocina con el fin de encontrar el mayor equilibrio entre funcionalidad y estética?. Para responder a esta pregunta lo primero que debemos conocer son las ventajas e inconvenientes de las posibles distribuciones de cocinas y las limitaciones que tiene el espacio donde va a estar ubicada. Hay que ser también consciente de que en ocasiones la distribución final la marca el espacio disponible, o incluso la falta de este.
Un concepto importante íntimamente relacionado con la distribución de elementos dentro de la cocina es el «triangulo de trabajo«. Este se define como las lineas imaginarias que separan las principales zonas de trabajo de la cocina. Estas son los fogones, el fregadero y la zona de almacenamiento. Hay quien considera que la principal zona de almacenamiento es la nevera, aunque también puede ser un mueble. La idea es obtener un equilibrio entre la facilidad de acceso y las distancias de estos elementos. Ni muy cerca para que no se estorben ni muy lejos que implique desplazamientos.
Tipos de distribuciones de cocina
Distribución en linea o hilera. Es una distribución frecuente en cocinas con poco espacio o donde el espacio disponible es alargado. En este tipo de distribución el triangulo de trabajo como tal desaparece ya que todos los elementos se sitúan en linea pegados a una pared. Por tanto cambiar de una zona a otra de trabajo implica desplazamientos. Sus principales inconvenientes son que dificulta el que trabajen varias personas a la vez y que complica el trabajo en personas de movilidad reducida.
Distribución en L. Es quizás la distribución de cocinas más frecuente. Permite obtener una adecuada organización de zonas de trabajos sin necesidades excesivas de espacio. Se basa en la utilización de dos paredes para distribuir los elementos. En función del espacio disponible se puede colocar a la espalda de la cocina una mesa o una barra si esta es estrecha.
Distribución en paralelo. Este tipo de distribuciones de cocinas consisten en situar los elementos en paredes opuestas. No se trata de la distribución más frecuente. La podemos encontrar en casas donde la cocina tiene puertas enfrentadas a modo de pasillo o donde existe un tránsito considerable, por ejemplo en restaurantes. El hecho de tener que realizar giros completos para ir de una zona de trabajo a otra dificulta las labores en personas de movilidad reducida o discapacidad. Es recomendable situar la zona de lavado y la cocción contiguas y evitar colocar islas.
Distribución de cocinas en U. Se trata de una distribución muy funcional, especialmente cuando existen zonas de trabajo adicionales. Con esta distribución conseguiremos tenerlo todo a mano, siempre y cuando no estemos hablando de una cocina excesivamente grande. Su principal desventaja es la necesidad de espacio, no solo en cuanto a cantidad también a como está distribuido. Para casos donde el espacio es pequeño se dificulta en gran medida el trabajo y prácticamente lo vuelve imposible si hay varias personas al mismo tiempo.
Las cocinas en U son una de las principales elecciones de aquellas personas que hacen un uso intenso de la cocina. El motivo que muchos argumentan para esta elección es que notan una sensible mejora en la productividad.
A través de la utilización de islas y/o penínsulas conseguiremos alterar la distribución de una cocina y conseguir la estructura que más nos convenga. Por ejemplo si tenemos una cocina en L y añadimos una península podemos acercarnos al nivel de funcionalidad de una cocina en U.
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