Te gustaría tener una pérgola en tu patio o cualquier otro tipo de estructura de madera pero no tienes claro que madera deberías elegir. Aquí te explicamos cuales son tus principales opciones en cuento tipo de madera, especies y tratamiento.
Maderas Aserrada
La madera aserrada es la que se ha utilizado desde que se usa la madera, es decir, un pieza extraída del tronco de un árbol.
Las características que puede ofrecer una viga de madera aserrada son las que ofrece la madera en si. Es decir las propiedades físico mecánicas vienen determinadas por la especie de madera.
La gran ventaja de la madera aserrada frente a la laminada es estética. Permite apreciar la belleza de madera en mayor medida, su veteado sin continuos cortes.
Maderas Laminadas o Industriales
La madera laminada encolada o vigas laminadas son piezas de madera compuestas por múltiples listones de ensamblados y encolados. Se trata de un proceso de fabricación industrial donde se pueden controlar muchos parámetros o condiciones para conseguir piezas de madera con excelentes características.
El resultado son vigas estables, con un comportamiento predecible (permite hacer cálculos estructurales), gran resistencia y la posibilidad de alcanzar dimensiones mucho mayores de las que se podría conseguir con la madera aserrada.
Por tanto la madera laminada ofrece interesantes ventajas frente a la aserrada en lo referente a la construcción de pérgolas.
- Mayor resistencia.
- Se puede cubrir mayores distancias sin la necesidad de más pilares.
- Se reducen las tensiones internas de la madera.
- Se reduce el número de posibles errores o desviaciones.
Especies de Madera más Habituales
La especie o tipo de madera más utilizada, tanto aserrada como laminada, es la madera de pino. Se debe a básicamente a su excelente relación calidad/precio.
La variedad es mayor en el campo de la madera aserrada, donde es también habitual utilizar otras especies de madera para construir pérgolas y otras estructuras. De hecho se suele recurrir a especies que ofrecen mejores características que el pino: más estables, resistentes y durables. Algunas de estas opciones son: iroko, roble, encina, maple, olmo…
En el campo de la madera laminada, el número de especies de madera que se utiliza es mucho más limitado. El pino y el abeto representan un porcentaje altísimo. Otras opciones son el alerce o incluso el roble.
Tratamientos
Teniendo en cuenta que se trata de estructuras que normalmente se colocan en exteriores y que van a estar expuestas a las inclemencias del tiempo (lluvia, humedad, radiación solar directa, ataque de insectos…) es indispensable la aplicación de tratamientos.
Por un lado tenemos la posibilidad de adquirir la madera ya tratada. En estos casos es muy probable que haya sido utilizando sistemas de autoclave, que nos aseguran al menos inicialmente un tratamiento más profundo, duradero y por tanto también más efectivo. Lo cual no quiere decir que no sea interesante aplicar otros tratamientos superficiales como barnices, lasures o aceites, y que haya que renovarlos pasado un tiempo.
Por otro lado se puede adquirir madera sin tratamiento previo. En estos casos la aplicación de tratamientos superficiales es aún más indispensable. Tenga en cuenta que aunque estos acabados prometan penetrar en la madera, como es el caso del lasur, nunca se puede comparar un tratamiento aplicado a brocha con uno aplicado a base de ciclos de presión y vacío en sistemas industriales.