Cuando volvemos a casa del trabajo, las vacaciones o simplemente de hacer la compra queremos estar lo más cómodos posible. Llegar a un espacio que nos aporte la tranquilidad o incluso la felicidad que buscamos. Existen una serie de criterios arquitectónicos y decorativos que pueden ayudarnos a conseguirlo, algunos de ellos son:
Paleta de colores
El color de las paredes y el mobiliario es lo primero que puede perturbar nuestro estado de ánimo. Elegir una paleta adecuada es fundamental. Los colores naturales y claros son los mejores para conseguir ambientes tranquilos, además de dar amplitud en espacios pequeños. Debo reconocer que tengo predilección por los blancos y maderas claras (el haya, el pino o algunos tipos de roble).
Sin embargo no todos somos iguales. Hay personas que prefieren los tonos llamativos o los oscuros. La clave es encontrar aquellos que nos hacen sentir bien.
El parquet y la madera
La madera es una materia prima natural, viva, que se adapta a cualquier entorno y que genera un ambiente cálido y agradable. Por si esto no fuera poco, este tipo de suelo ofrece una gran durabilidad, Siempre y cuando el mantenimiento sea el adecuado, además ayuda a evitar los cambios bruscos de temperatura de la casa y es hipoalergénico.
Utiliza plantas y flores
Si lo que buscamos es un ambiente natural nada mejor que traer naturaleza a casa. Si no dispones de un jardín puedes cultivar alguna planta en una maceta de interior o incluso acudir a alguna floristería.
Las Paredes
Localiza entradas de luz natural y poténciala
Sin una buena iluminación es imposible alcanzar ese entorno confortable que estamos buscando. Este es un tema en el que debemos prestar especial atención. Evitar tapar innecesariamente puertas, ventanas o claraboyas.
Si la habitación en cuestión tiene poca luz natural usa estratégicamente espejos para reflejarla y conseguir una mayor sensación de amplitud.
Hoy en día la iluminación LED permite una mayor diversidad y sensación de naturalidad.
Terrazas y jardines
Si dispones de este tipo de espacios aprovéchalos para rodearte de naturaleza, disfrutar de la tranquilidad y por supuesto, estar cómo en casa. Las pérgolas son un excelente elemento para estos entornos. Ofrecen sensación de seguridad, sombra frente a luz directa del sol y un lugar acogedor donde disfrutar de la compañía de amigos y familiares.