Tradicionalmente los fregaderos han sido de acero y encastrables (se encajan sobre la encimera), sin embargo el diseño de cocinas evoluciona y cada vez es más frecuente encontrar fregaderos bajo encimera o al nivel de esta. Estos ofrecen un diseño integrado y más funcional, ideal para aquellos que buscan algo diferente.
Ventajas
- Mayor aprovechamiento de la superficie de la encimera. Ahora no existe separación entre el fregadero y la encimera porque lo que hay más espacio disponible.
- Se pueden tirar los restos directamente sobre la cubeta. Al no haber barreras los restos pueden tirarse directamente sobre la cubeta arrastrándolos por la encimera, lo que simplifica a limpieza de la cocina.
- Higiene. La junta que normalmente separa la encimera del fregaderos en los fregaderos encastrados es donde se depositan con mayor frecuencia los restos y donde más complicado es limpiarlos. Este problema no existe con los fregaderos bajo encimera.
¿Podemos poner un fregadero bajo encimera en cualquier encimera?
La respuesta es un contundente no. La razón la encontramos en la humedad y la resistencia a esta que ofrecen algunos materiales. Este tipo de fregaderos y las encimeras de cuarzo, resinas o granitos dan muy buenos resultados, sin embargo en la combinación con madera el resultado no es tan bueno, especialmente con las aglomeradas, ya que el canto queda expuesto y en continuo contacto con el agua.
¿Qué debo tener en cuenta?
- Los fragaredos bajo encimera son normalmente más caros, especialmente si tenemos en cuenta la instalación que es algo más compleja.
- El material. El acero sigue siendo el rey indiscutible en este mundo ya que se puede encontrar en diferentes calidades, algunas de ellas permiten fregaderos muy económicos y otras ofrecen características realmente buenas. Son resistentes, relativamente fáciles de limpiar y se puede conseguir con una gran variedad de diseños. Sin embargo, la tecnología actual ha permitido que nuevos materiales presente batalla, siendo una de las tendencias que más crece los fabricados a base de resinas con los que además de conseguir unas características similares, en algunos casos superiores, podemos encontrar una variedad de diseños y acabados que no podemos obtener con el acero.
- El número de senos. Si bien lo más frecuente es que este tipo de fregaderos se instalen de un único seno, no es difícil encontrarlos de dos, ideales para familias numerosas, grandes cocinas o para aquellos que hagan un uso intensivo de esta.