Las reformas en casa es algo por lo que, tarde o temprano, todos debemos pasar. Estas pueden ser inevitables, por ejemplo humedades, renovación del sistema eléctrico o de tuberías, o voluntarias, por ejemplo darle un nuevo aire a la cocina, cambiar el suelo, etc. Sea cual sea su naturaleza todas tienen algo en común: alteran nuestro día a día, y si no se planifican como debe ser, estas alteraciones pueden alargarse en el tiempo y hacernos alcanzar cotas de desesperación elevadas.
Aquí tienes una serie de recomendaciones para anticipar los posibles problemas y sobrevivir a la próxima reforma de tu cocina:
- Establezca fechas. Junto con la empresa que va a realizar el trabajo es más que conveniente establecer tiempos para cada una de las fases de la obra con el fin de poder calcular adecuadamente que va ser de nuestra vida este tiempo. Es frecuente encontrar clausulas en los contratos donde por cada día de retraso, respecto a la fecha comprometida por la empresa, esta indemnice en una determinada cantidad al inquilino de la vivienda.
- Hable con los vecinos. Las obras no solo trastocarán su vida, también afectarán a las de sus vecinos. Avíselos, dígales que va a hacer y durante cuando tiempo para que puedan adaptarse, por ejemplo a los horarios y los ruidos.
- Reorganiza la casa para que, durante los días que dure la reforma, puedas continuar con cierta normalidad tu vida. Por ejemplo como vamos a reformar la cocina puedes llevar el microondas y la nevera a otra habitación donde puedas seguir utilizándolos.
- Las obras generan polvo y otros residuos, es inevitable y debes asumir que existirán. Sin embargo una cosa es que se generen y otra que les dejemos colonizar el resto de la casa: Cubre muebles, sella puertas y ventanas con plásticos, traslada los objetos electrónicos…
- Habilita zonas de paso para los obreros. Los trabajadores van a necesitar entrar y salir constantemente de la cocina, ya sea a buscar herramientas o materiales o a deshacerse de escombros. Si habilitamos una zona de paso, por ejemplo a través de una puerta trasera o incluso un jardín, agilizamos su trabajo y por otro lado evitamos ensuciar otras zonas de la casa.
- No dé por supuesto que una vez se vayan los trabajadores va a estar todo listo, normalmente lo último que se hace es pintar, barnizar, etc. En función de los productos utilizados no solo hablamos de olores que pueden ser desagradables también tóxicos. Pregunte cuanto tiempo va a ser necesario para la ventilación de la cocina y si va a poder seguir en casa o por el contrario es necesario pasar alguna noche fuera.
- Mantenga la comunicación con la persona responsable de la obra y evite ausentarse durante días. En cualquier obra siempre surgen imprevistos que deben ser solucionados, algunos elementos más deteriorados de lo que se esperaba y que es necesario sustituir, un material que no llega a tiempo, unas dimensiones sobrevaloradas, etc. Sin un canal de comunicación adecuado las decisiones tomadas por el capataz pueden no ser de nuestro agrado.
- Solicite las licencias de obras. Aunque estas generan un coste derivado de la burocracia, especialmente tiempo, y también alguna tasa es mucho más caro tener la obra parada y hacer frente a una multa.