No podemos dejar de denunciar la situación en la que queda la población, especialmente las mujeres afganas, tras la salida de las tropas extranjeras y el regreso del régimen talibán. Estas podrían estar en riesgo simplemente por haber desarrollado actividades prohibidas por los talibanes como haber asistido a la escuela o desarrollado determinadas tareas profesionales.
Demandamos a las autoridades internacionales que vigilen y presionen para que las fronteras se mantengan abiertas y permitan que todas aquellas personas que quieran dejar el país puedan hacerlo. Asimismo, exigimos que se vele por el respeto de los derechos humanos.