Las encimeras de cuarzo, también conocidas como encimeras de piedra artificial, se han convertido en una opción muy popular durante los últimos años debido principalmente a su resistencia y a las enormes posibilidades en cuanto a diseños que ofrecen.
Estas están compuestas principalmente de cuarzo (en torno a un 95%), resinas y pigmentos. Entre sus características destacan su no porosidad (los líquidos no se filtran a su interior y no favorecen la proliferación de hongos o bacterias), son resistentes a golpes y arañazos, y también a bastantes productos químicos.
Limpieza Diaria
Qué No Hacer
Existen productos de limpieza, habituales en cualquier casa, que pueden dañar a medio o largo plazo la superficie de nuestra encimera de cuarzo. Entre estos destacan el amoniaco, y por tanto también la lejía, y el limón. Por tanto debemos evitar productos de limpieza que contengan algunos de estos componentes.
Otros productos químicos perjudiciales pueden ser lo que tengan base de cloro, como los decapantes y algunos desengrasantes.
Algunos alimentos como el café, el vino o el aceite, cuyas manchas son habituales en encimeras de cocinas, pueden manchar algunos materiales como el granito. En el caso de las encimeras de cuarzo, como es el caso de las marcas Compac y Silestone, el problema no existe.
Qué Hacer
En este sentido es habitual que los fabricantes facilitan al consumidor productos de limpieza que cumplen con todas sus exigencias. Aunque también es cierto que suelen tener un precio elevado y que no suelen estar disponibles en supermercados. La gran ventaja que pueden tener es que en algunos casos están también pensados para mantener el brillo de la superficie y evitar en la medida de lo posible la decoloración.
Sin embargo para el día a día no es necesario complicarse más de la cuenta. Bastará con un trapo de microfibra y unas gotas de jabón, del mismo que usamos para limpiar los platos. Esto suele ser suficiente.
En los casos en los que no hayamos limpiado según se ha producido la mancha, y esta se ha secado, podemos utilizar una espátula de plástico. Procura no utilizar estropajos metálicos, ya que a la larga se pueden producir rayones.
Si una mancha se vuelve especialmente rebelde, podemos utilizar una gotas de alcohol mezclado con agua tibia y un poco de jabón.